Con la llegada de la primavera aparecen las primeras alergias y sus múltiples molestias, que afectan a nuestra salud. Los ojos son uno de los órganos más afectados. Picor, irritación, escozor, sequedad, enrojecimiento y lagrimeo son algunos de los síntomas que, si son muy intensos, pueden acabar derivando en otras molestias como la vista borrosa.
Para disfrutar de todas esas actividades al aire libre y de los días primaverales sin los inconvenientes de las alergias, te traemos una serie de consejos que te harán calmar los síntomas y prevenirlos:
Identificar a qué tenemos alergia
Aunque somos muchos los que en primavera padecemos reacciones alérgicas, es probable que nuestro cuerpo esté reaccionando a algo en concreto. Si no tenemos conocimiento de a qué somos alérgicos o no logramos identificarlo por nosotros mismos, lo más recomendable es acudir al especialista para que nos realicen pruebas médicas.
Determinar la intensidad de la alergia
Para determinar los remedios que vamos a poner para hacer frente a la reacción, antes debemos evaluar su intensidad. Hay personas que sufren grandes molestias, como una fuerte irritación y lagrimeo casi constante; mientras que otras sienten un ligero picor.
No frotarnos los ojos
Ante los picores, y aunque nos resulte complicado, tenemos que procurar no rascarnos ni frotarnos los ojos. Son muy delicados y esto puede provocar que la situación empeore con escozor e irritación. Por supuesto, deberemos mantener también limpias las manos.
Utiliza gafas de sol y gafas de ver con más frecuencia
Es un consejo práctico y sencillo de llevar a cabo. Utilizar gafas con más frecuencia nos protege, en parte, de la exposición de nuestros ojos a los alérgenos. Es una buena opción para combatir el polen que tantas alergias produce en primavera. Por otro lado, si utilizamos lentillas, es preferible que recurramos a nuestras gafas de ver, sobre todo si tenemos los ojos irritados.
Hidratarnos bien
Frente a la sequedad e irritación haz una visita a tu médico para que pueda recomendarte el colirio oftalmológico más adecuado. Además, como siempre, beber la cantidad adecuada de agua hace que nuestro cuerpo esté hidratado.
Amanecer y atardecer
Las primeras horas del día y las primeras de la noche son en las que el nivel de polen es más alto, por lo que es cuando más reacción alérgica padeceremos. Una recomendación que puede ayudarnos mucho es no abrir las ventanas de nuestra casa durante el amanecer y el atardecer.