Sólo hay un complemento imprescindible en verano: las gafas de sol. Colores, formas y modelos distintos llenan las playas y ciudades cada verano. Hoy desde Cecop hemos querido indagar un poco más sobre el origen de las gafas de sol y sobre todo cuáles son los primeros modelos que se conocen…
¿Tienes alguna idea?
Esto es lo que hemos encontrado…
Ni siquiera la sempiterna Wikipedia se pone de acuerdo sobre la invención o los primeros vestigios documentados de la aparición de las gafas de sol.
Al contrario de lo que se puede llegar a pensar, las gafas de sol no se inventaron originalmente para proteger la vista de los rayos de sol, las gafas de sol tienen su origen en torno al siglo XII en China. Fue el primer lugar donde se desarrolló una tecnología para ahumar los cristales de cuarzo con el objetivo de oscurecerlos, su fin era que los jueces chinos ocultaran sus ojos y las expresión de su rostro en los juicios para ocultar cualquier pista sobre el veredicto final, que se daba, como es natural, al finalizar el juicio.
También se conoce que fueron los inuit los primeros que habían usado lentes de nieve para la protección ocular. Las crearon las culturas árticas hace un par de milenios para evitar las quemaduras oculares que producía el reflejo del sol en la nieve. Y estaban talladas en hueso o asta, sin lente, pensadas para reducir la cantidad de luz que llegaba a nuestros ojos
El siglo XV. Italia.
saltamos hasta la Italia del siglo XV. Mientras España se esforzaba en gobernar sin que se ocultara el sol, hay vestigios que Italia empezó a experimentar con cristales verdes para mejorar la visión de impedidos. El cristal verde mejoraba el contraste de los objetos, lo que incrementaba la agudeza visual por aquellos usuarios que usaban estas gafas.
Pero no podríamos llamarle gafas de sol a eso ¿verdad? Pues no queda muy claro, la verdad, porque en Venecia, Goldoni (del que recibe su nombre las góndolas venecianas) lucía una especie similar a unas gafas de sol que utilizaba para mejorar la visión y reducir el impacto de los reflejos del sol en las aguas de los canales.
1.730 Las patillas
Se le atribuye al óptico inglés Edward Scarlett la montura tal y como la conocemos ahora, donde se unieron los dos cristales por una montura de metal que se aguantaba por las orejas. Hasta entonces, todos los cristales que se usaban como elementos ópticos se ataban mediante cuerda, guita, cuero, lazos y similares.
El mundo moderno: 1929
No será hasta 1929 cuando Sam Foster, fundador de la empresa Foster Grant Company, vendiera su primer par de gafas de sol en la orilla del océano en Atlantic City, New Jersey.
La rápida evolución en diseños y formas hizo que el invento fuera rápidamente absorbido por la industria del cine de aquella época, que vieron en el nuevo elemento una forma de descansar su vista de los interminables rodajes y los potentes focos.
Los arcos de luz eran tan luminosos que, literalmente, dejaban ciegos a los actores en cuanto se encendían los potentes focos. Así Marylin, Gloria Swanson y otras estrellas empezaron a meter el artilugio en la casa del resto de mortales, apareciendo en portadas y entrevistas con las peculiares monturas, convirtiéndolas en objeto de deseo para las mujeres (y hombres) que tenían en el Hollywood antiguo su fiel estilo de vida.
Las gafas polarizadas: 1936
Si bien las gafas de sol modernas no fueron inventadas hasta 1929 parece que sus “hijas” polarizadas no tuvieron que esperar mucho. No en vano, por una compañía que seguro les suena, Ray Ban, empezaron a usar unos filtros polarizados gracias a Edwin H. Land (fundador de Polaroid). Estas gafas que llegaron y permanecen desde aquella época son las aviator, un icono de la época, sin ninguna duda.