Cuando hablamos de cuidar nuestra alimentación solemos pensar que se trata de perseguir un objetivo puramente estético. Pero lo cierto es que mantener una dieta equilibrada es una cuestión también de salud.
La falta de tiempo, la pereza o el ajetreo de nuestras vidas, pueden provocar que no prestemos atención a las comidas que realizamos. Pasan las semanas y acabamos entrando en un círculo de indiferencia en el que nos acogemos a un “el lunes que viene empiezo a cuidarme”.
Nuestra salud visual también se ve afectada por una mala alimentación, por lo que te proponemos una serie de recetas y hábitos alimenticios para que ese lunes sea hoy.
Crema de calabaza y zanahoria
Un plato rico en vitamina A, fácil de preparar y que tus ojos te agradecerán.
Aunque existen muchas recetas, todas son parecidas. Necesitarás 500 gramos de calabaza, 3 zanahorias, 1 patata, sal, pimienta y aceite de oliva. Puedes añadir más ingredientes como puerro y ajustar las cantidades a tu gusto, pero te aseguramos que es una forma muy sencilla y rica de cuidarte.
Smoothies de zanahoria
Los zumos y smoothies son una opción perfecta para aquellos a los que más les cuesta tomar fruta y más aún para los que no suelen comer zanahorias. Este es el ingrediente estrella que podemos incluir para cuidar de nuestra vista. Ricas en betacaroteneos y vitamina A, son muy beneficiosas para nuestros ojos.
Te proponemos el smoothie muy famoso: con zanahoria, naranja y jengibre. Además, te recomendamos que añadas un cítrico como el limón o la naranja que también cuidan de nuestra vista.
Frutos secos
Además de sus otros muchos beneficios, los frutos secos son fundamentales para nuestra salud visual. Las almendras, los pistachos y las nueces –entre otros- son una fuente muy rica en Omega-3, que nos protege de problemas visuales como una degeneración o el ojo seco.
El agua
Todos sabemos que beber una cantidad adecuada de agua al día es una norma fundamental para cuidar de nuestra salud. Nuestro cuerpo nos lo pide, y nuestros ojos también. Sin embargo, a veces no bebemos todo el agua que deberíamos y esto afecta a nuestros ojos.
Necesitamos estar hidratados y, por ello, te recomendamos que construyas buenas rutinas en tu día a día para acostumbrarte a beber suficiente agua, como beber un vaso de agua al despertarnos, llevarnos otro cuando vayamos a dormir o beber más agua en las comidas.